Día Europeo de la Lana
El Día Europeo de la Lana se celebra el 9 de abril y es una fecha simbólica para poner el foco en la lana europa y defenderla no solo como materia prima, sino como elemento reivindicativo del desarrollo local sostenible.
El aumento de conocimientos, su implicación en el proceso y descubrir los múltiples beneficios de esta fibra original y única, con la que trabajan más allá de su recogida, resulta fundamental para poder realmente fomentar su uso y darle el valor que le corresponde. Aprovechamos su celebración, para recopilar algunas características, prácticas y propiedades intrínsecas interesantes y desconocidas por productores y otras personas del sector.
¿Qué aspectos positivos ofrecen las lanas europeas?
- Determinados tipos de lana poseen una extraordinaria voluminosidad o poder de recuperación(“bulk”). Atributo apreciado en el sector de alfombras, moquetas y tapicería.
- La ondulación o rizado, habitual en lanas finas, es una propiedad valorada en cuanto a la hilabilidad y en determinados artículos de punto.
- La fieltrabilidad debida entre otras causas a la abundante escamosidad, es muy necesaria para el acabado de ciertos tejidos.
- La facilidad y rapidez en cuanto a la disponibilidad de lana como materia prima, por las relativamente cortas distancias y buenas comunicaciones en Europa.
- La lana corresponde al perfil de “fibra ecológica”. Los artículos de lana van dirigidos a un segmento de mercado y a un perfil de consumidor que valora las características de valor añadido que acompañan al producto.
¿Cuál debe ser el procedimiento idóneo para la selección de animales de forma previa a la esquila?
En primer lugar, se apartan las ovejas en corrales pequeños para facilitar su paso por la manga de manejo. Una vez preparados los animales de esta forma se empiezan a introducir por lotes en la manga para examinar uno por uno. Se revisa el animal indicando en qué características se deben de fijar para la selección de la lana, como son la ausencia de pinturas y que no sean «jardas», es decir, blancas y negras a la vez.
Una vez visto esto, se procede a abrir el vellón por la parte delantera y trasera para ver si hay uniformidad en él, es decir, que la lana sea de una calidad similar por todo el manto, dado que se dan casos en algunos ejemplares en los que existe una gran variación.
Si el ejemplar tiene un vellón uniforme, se procede a cortar una «mecha», es decir, un trozo de este vellón para ver longitud, rizo y suavidad al tacto. Esta mecha se debe de cortar siempre a unos 15 centímetros de la columna vertebral y entre la última costilla y el hueso de la pierna, lo que denominamos en ganadería, los «vacíos».
En caso de que el vellón no fuese uniforme y en el tren delantero presente mejor calidad, se procede a coger otra «mecha», la cual identificaremos independiente a la del tren trasero, de esta forma en estos ejemplares (pocos en cada rebaño) podemos hacer un seguimiento más detallado de su evolución.
En estos muestreos, es importante (y así se hace) que los ganaderos palpen y visualicen las muestras para coger hábito y sensaciones sobre la suavidad, rizo, etc., de las diferentes calidades que se pueden dar en un mismo rebaño.
Durante las formaciones ¿qué aspectos inciden negativamente en la calidad de las lanas?
– El empleo inadecuado de marcas para el ganado a base de alquitrán, pez, resina, pinturas…
– La presencia en los vellones de objetos metálicos tales como ganchos, alambres o flejes, que ocasionan averías graves en las máquinas que funcionan a altas velocidades y en distintas instalaciones.
– La presencia en los vellones de objetos varios: papeles, trapos, plásticos, envoltorios, etiquetas…
– La elevada presencia de “recortes” por un esquileo deficiente.
– La presencia de lanas pardas, grises, negras y manchadas con lanas blancas.
– Elevados contenidos de materia mineral (arena y polvo) y materias vegetales (semillas, hojas y astillas).
– Efectos de la intemperie y del clima (luz solar, aire y humedad). Se produce la fotodegradación de las puntas de las fibras ocasionando en la tintura diferencia de afinidad punta-raíz. Las puntas alteradas presentan débil resistencia y se fraccionan.
– Fibras quebradizas: pérdida de resistencia de las fibras por haber sufrido los animales periodos de hambre, sequías, epidemias, gestación…
– Ataques de insectos y microorganismos.
– Excrementos y orina que producen en la lana coloraciones no eliminables posteriormente.
– Bajo índice de homogeneidad en las lanas y partidas pequeñas.